A medida que el tiempo avanza y la tecnología sigue evolucionando, la publicidad digital se mantiene como una herramienta de comunicación esencial en el mundo de los negocios, especialmente en lo que respecta a la promoción de productos y servicios.
La función principal de la publicidad radica en persuadir a los consumidores de que necesitan lo que tu negocio ofrece en el mercado. Sin embargo, con la creciente presencia de plataformas digitales, la versatilidad que ha adquirido la publicidad digital, junto con la avalancha de mensajes publicitarios que enfrentamos a diario, los consumidores se han vuelto cada vez más cuidadosos y críticos en sus decisiones de compra.
En un mundo saturado de opciones, ¿qué factores influyen en la toma de decisiones de compra de un consumidor? Según estudios realizados, podemos resumir estos factores de la siguiente manera:
- Precio: El 79% de los compradores considera el precio como un factor muy importante a la hora de decidir una compra. Esto no es sorprendente, ya que el aspecto económico juega un papel fundamental en nuestras elecciones.
- Características y especificaciones: El 80% de los compradores evalúa detenidamente las características y especificaciones de un producto antes de realizar una compra. Esto demuestra que la calidad y el ajuste a sus necesidades son aspectos cruciales.
- Valores de la marca: El 72% de los consumidores está más inclinado a adquirir productos o servicios de marcas que comparten sus valores. En un mundo cada vez más concienciado, la alineación con principios éticos y sociales es un factor significativo en la toma de decisiones.
Sin embargo, más allá de estos aspectos económicos, funcionales y emocionales, existe un dato sorprendente: el 92% de los consumidores confía en las opiniones, recomendaciones y experiencias de otros usuarios a la hora de tomar una decisión de compra. La influencia de la comunidad en línea y las redes sociales ha alcanzado un punto crítico. Los consumidores buscan activamente las reseñas y testimonios de otros antes de comprometerse con una compra.
La publicidad digital puede ciertamente seducir, atraer y guiar a los consumidores a lo largo del embudo de ventas, pero hoy en día, lo que realmente determina el éxito de un negocio son las opiniones, recomendaciones y experiencias que los consumidores tienen con un servicio o producto. La publicidad tradicional ya no es suficiente para captar la atención de un público que valora la información y es cada vez más crítico.
En este nuevo panorama, los consumidores no se dejan llevar por lo primero que ven u oyen en línea. En su lugar, prefieren hacer compras basadas en investigaciones, comparar con otras opciones y, sobre todo, en las experiencias de otros consumidores, es por esta razón que debe contemplarse dentro de la estrategia de marketing la construcción de una relación sólida entre marca y consumidor, premiando de ser necesario las valoraciones y opiniones.
Es importante mencionar que en este contexto, el marketing de influenciadores también ha ganado relevancia. Sin embargo, es esencial abordarlo con cautela, ya que no todos los influenciadores tienen la autenticidad y credibilidad necesarias. A menudo, solo unos pocos realmente consumen y recomiendan productos o servicios de manera genuina, aunque eso es un tema más amplio, lo fundamental es que la confianza del consumidor se basa en experiencias reales y opiniones auténticas.
Es importante destacar que, aunque las opiniones de otros consumidores desempeñan un papel crucial, no son el único factor que influye en la toma de decisiones, también se valoran aspectos como la reputación general de la tienda, la calidad de la atención al cliente, los tiempos de entrega y otros servicios asociados.
En resumen, en un mundo donde la publicidad digital se ha vuelto omnipresente, la experiencia y las recomendaciones de otros consumidores son factores determinantes a la hora de tomar decisiones de compra. Confían en la sabiduría colectiva en línea para guiar sus elecciones, lo que destaca la importancia de mantener una reputación sólida y satisfacer las expectativas de los clientes en todos los aspectos del negocio. La era digital ha convertido a los consumidores en críticos informados y con voz propia, y las empresas deben adaptarse a esta realidad para prosperar en el mercado actual.
